Aguanta un poco,
no llores corazón
y sé muy fuerte.
El tiempo duro
azota la conciencia
y la razón.
Hay que seguir,
cual nave por los mares
hacia el buen puerto.
Que siga el rumbo
del sol y las estrellas
hasta el destino.
Y cuando lleguen
que brinden con buen vino
en las tabernas.
Vuelvan las risas,
retornen las miradas
y chascarrillos.
Que atrás se queden
los días y el pasado
que nadie quiere.
Que nuevas rosas
florezcan en las almas
día tras día.
Y que se aprenda
que el hombre es muy pequeño
y que es mortal.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/06/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2020 a las 07:33
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: LEONARDO HENRRICY, Nelly Castell, Mauro Enrique Lopez Z., Vogelfrei, Aichi, Willie Moreno
Comentarios2
Un gusto pasar por tu portal me encantó léerte saludo desde Manta Ecuador cuidece y su familia bendiciones
Gracias Mauro.
Un saludo desde España.
Y que se aprenda
que el hombre es muy pequeño
y que es mortal...
Genial escrito y contenido, con magnífico cierre.
Abrazo y bendiciones.
Gracias por fijarte en esos versos, Willie Moreno.
Un abrazo y feliz domingo.
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