Cuando me mira a los ojos
y susurra ardientemente: ¡eres mía!
mi cuerpo estalla
cual volcán en erupción.
Su sonrisa seductora
y su mirada de deseo,
quiebran mi espíritu
y languidecen mis piernas.
Su voz de trueno al ordenar
que le de la espalda al mundo,
hace que sólo espere el suplicio
de su hombría.
Sus manos viriles castigando
la blancura de mi piel,
son la perdición de mi cordura.
Tiemblo cuando jadeante me dice:
¡simplemente, te pertenezco!
- Autor: Alejandra Silva (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de octubre de 2020 a las 04:18
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 135
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, ivan semilla, Classman, alicia perez hernandez, Lualpri, Pitufopoeta
Comentarios5
seductor el poema y el hombre afortunado.
abrazo calido.
Abrazos para ti, Ivan. Saludos.
Sus manos viriles castigando
la blancura de mi piel,
son la perdición de mi cordura.
en verdad eres diosa de la sensualidad querida amiga.
Agradezco tus palabras. Saludos Vogelfrei.
Gracias por hacernos sentir la lascivia amorosa. Felicidades
Gracias a ti, por apreciarlo. Saludos Argantonio.
VERSOS QUE SEDUCEN A LEER.
El objetivo de cada palabra, entonces fue cumplido. Saludos Alicia.
Intensas las imágenes que plasmas.
Afectuoso abrazo.
Es una bellaza la mente y su imaginación. Saludos Lorenzo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.