Es la frustración interna la que crea, directa o indirectamente. los enemigos. Cuando nos sentimos inclinados al odio y a la rabia, proyectamos a nuestro alrededor, un campo de paranoia en el que todos, pueden resultar rivales potenciales. Sentimos deseos de eliminarlos y damos por sentado, que ellos sienten lo mismo hacia nosotros. En cambio, cuando nos mantenemos tranquilos, no proyectamos enemistad hacia los demás, podemos observarlos con mayor objetividad y, en caso de que surjan problemas reales actuar con diligencia para resolverlos.
Comentarios4
cada día me das una gran enseñanza querido amigo.
No sabes cuanto me alegro.
Un saludo cordial
Los demás serían el infierno.
Un abrazo poeta
Un saludo Toqui
Un saludo Luis.Ro
Me gusta. Saludos
Que buena enseñanza, se siente la experiencia en ella, de una fuente verdadera. Saludos Dom, LCRNC.
Un saludo LCRNC
Un saludo Luis.Ro
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