PREGONANDO UNA VERDAD

No se necesita ser arriero para descubrir rosas en el alma,
ni ser relojero para dedicarle tiempo al sentimiento,
no se necesita ser marinero para navegar por tu mar abierto,
tan sólo necesito verte, para aprender a quererte.

No se necesita semillas para regalar un paraíso,
ni un mapa para encontrar el más preciado tesoro,
no se necesita ser cardiólogo para salvar un corazón,
solo se necesitan tus labios y una gota de tu amor.

No se necesita un universo para saber que eres infinita,
ni se necesita medidas para saber que llenas mi vida,
no se necesita ser ave para descubrir alas en los sueños,
sólo se necesita tu presencia para iluminarme el sendero.

Y no se necesita volar para saber que eres mi cielo,
ni ser un viajero para dedicarte un horizonte,
no se necesita tanto, para amarte tanto,
tan sólo se necesita amarte como aman las flores los campos.

©ricardo_felipe

El último bardo