EN LA OSCURIDAD (1-25)

Gerardo Barbera

 

I

LOS DERROTADOS

1 

"En ese momento empezó una batalla en el cielo..."

Los seres de las tinieblas se ocultan, 

el silencio, la lluvia solitaria,

las ánimas lastimeras preguntan,

lamentos lejanos, tristes plegarias,

quiénes son los espíritus sin nombres...,

sin rostros, sin calor, malditas sombras,

son calaveras de alas legendarias,

que disputan la sangre de los hombres.

 

2

 

Suena el clarín de los dioses sombríos,

la furia se libera, ojos de guerra,

de la Bestia surge la voz deforme,

Yo soy la felicidad verdadera,

hijos de las sombras, ángeles míos,

todos a la lucha, todos me adoren.

 

3

 

"Miguel y sus ángeles

combatieron contra el Monstruo..."

 

Gotas oscuras cruzan la ventana,

la flor marchita cae suavemente,

el canto de Satanás es la muerte,

las campanas, no escuches, Él te llama,

la música nunca escrita…,  sin alma,

no mires las luces del cuarto, duerme...,

algo se mueve en las paredes, duerme,

calor en la piel, delirios, gritos, voces…,

algo se mueve, insectos en la cama,

sonidos que preceden la llegada

de los ángeles caídos, feroces.

 

4

 

Ataca sin temor en su mirada,

no son gotas, son luciérnagas negras,

las garras de la Criatura se acercan,

no lo detendrá una simple oración,

ni el susurro salvaje de las hierbas,

ni las cruces religiosas, sagradas.

¿Ves? el aliento del Amo te acecha,

está  cerca,  dentro del corazón,

llegará el momento y te atrapará,

lo sentirás en la esencia mutante

de tus razones y locuras muertas,

no habrá ningún rincón  para esconderse,

¿Ves? si abres los ojos, Él te verá.

 

5

 

"El Monstruo se defendía

apoyado en sus ángeles..."

 

La Bestia no está sola, son legiones,

busca siempre a los suyos, a ti, a mí,

ojos perdidos sin fe, ni ilusiones,

ya no habrá cielo azul para fingir,

te llamará…, morirás de terror,

se acercará, sentirás su fragancia,

te transformarás, sentirás calor,

miles de sombras, no podrás dormir,

podrás ver sus alas en las alturas,

lo sé, no podrás sus huellas seguir,

tocarás las cenizas de sus pasos,

morirán la esperanza, la razón,

reinará en tu corazón la locura.

 

6 

Pensarás que son cosas de tu mente,

que las serpientes malignas no existen,

sientes el dolor, las píldoras mágicas,

dormirás algo; luego, escucharás

en el silencio feroz de la noche,

los caídos llegarán suavemente,

con sus alas diabólicas, satánicas,

Y verás el rostro del Derrotado,

tú estabas en el infierno con Él,

te conoce muy bien, sabe tu nombre.

7

 

"...pero no pudieron resistir,

y ya no hubo lugar para ellos en el cielo..."

 

¿Desde cuándo no sales de este cuarto?

¿Sientes miedo, verdad? No es para menos,

algo camina, las moscas te miran,

¿puedes ver esos rostros?, son amigos,

viven entre la gente, ¿el engaño?,

hablan contigo, jamás son ajenos,

los rituales, magia, ríos dementes,

el Mal que los une, nunca están quietos,

los ángeles te visitan cada año,

sienten odio, rencor, siembran veneno,

siempre cansados, sin paz, sin aliento.

el agua no apaga la sed, calor,

no pueden amar, soledad, tormento,

son como los caminos desolados,

se miran con tristeza, sin amor.

 

8

 

La Bestia solitaria te acaricia.

El reloj se lamenta, todo gira,

una imagen roja, ¿quién está ahí?,

silencio, ansiedad, la mosca se mueve,

las nubes se ocultan, llega la brisa,

todas las almas fugaces te miran,

son  ánimas que desean vivir,

demonios que han sufrido, que se mueren.

¡Dios, qué buscan!, por eso tengo miedo,

y me encierro, ya no puedo  salir.

Ellos, los Derrotados, la demencia,

están detrás de la puerta, me quieren,

escucho  voces lejanas, llegaron,

están en el pasillo, no entrarán,

La Bestia  despierta, viene por mí.

 

9

 

"Echaron, pues, al enorme Monstruo,

a la Serpiente antigua, al Diablo o Satanás,

lo echaron a la tierra y a sus ángeles con él..."

 

Mi alma arrojada como ave sin nido,

un libro negro de letras enfermas,

gotas en la frente, ya no respiro, 

voces resucitan del otro lado,

ahí, detrás de la mujer, la Vieja,

veo la silueta de algunas alas, 

son los caídos, tocan la ventana,

me oculto en el baño, miro el espejo,

pero, qué es eso, no, eso no es mi cara,

dos gotas de sangre, las manos muertas. 

10

  

Mis ojos arden, oigo las campanas,

esos seres llegaron a mi casa,

son miles, demasiados, los enfrento,

ellos me ven, sus alas quedan quietas,

se inclinan, miran, todos me adoraban,

soy la Serpiente, están de mi lado,

grito el mensaje de guerra infernal,

Que muera  Miguel, que mueran los suyos,

la batalla, Miguel, no ha terminado

 

II

 

JERINGAS

  

11

Colores delirantes, moscas muertas,

es la demencia, la piedra  se ríe,

locuras en el vuelo de las aves,

gritos de la Vieja, tocan la puerta,

el borracho sin cantina me insulta,

dolor en la piel, la mente despierta,

la gota de sangre, todo se oculta,

cansado, oscuridad, la noche llega,

me escondo en las sombras frías y quietas,

la voz, los Otros, el perro se aleja,

tierra sobre las coronas sin tumbas,

las ánimas errantes que me nombran,

noche de la vida, todos te dejan.

 

12

 

La señora  siempre barre la calle,

refleja la muerte, ya ni saluda,

sin canto, sin aves, nada es como antes,

todo desaparece, ¡mi cabeza!

Venas descoloridas, ¡que se callen!

la ventana azul, las olas tan mudas,

una gota cae, la lluvia empieza,

cielo de otoño, la garganta  seca,

vergüenza en el rostro, quiero volar,

algo terrible se esconde, respira,

licor,  cigarrillo, quiero salir,

tengo miedo, frío, temblor en mi alma,

soy un recuerdo, ¡Dios, todos me olvidan!

  

13

 

La fiebre, pasajeros marginales,

ojos perdidos de seres inmundos,

ese perro tiene  siglos ladrando,

el vecino de la otra habitación

me atormenta, gemidos infernales,

¡no puedo  soportar otra inyección!

quisiera dormir, y no despertar.

Rosas sobre mi piel, la maldición,

el agua moja la cama, ansias, náuseas,

las vidas que se apagan, almas muertas. 

14 

¡Cuánto peso he perdido! ya no duermo,

No reconozco los rostros enfermos,

ya no vienen a verme, nada importa,

no  verán la mirada de la muerte.

Hora de las batas blancas, les temo,

la vecina terminó de barrer.

Esta habitación no es  desagradable,

un suave ventilador en el cielo,

un televisor, miles de jeringas,

el infierno gris debajo de mi alma,

los cariños que se han ido, "un te quiero",

olor a enfermedad, el dolor, calma,

susurros tenebrosos, casi rojos,

los amigos volando en el cielo,

acero muy fino, mortal veneno…,

los dioses sin sangre, sin sueños, ni ojos.

 

15

 

El silencio fúnebre se acelera,

están llegando los seres oscuros,

es ella, la mujer de bata blanca,

sonríe: "¿cómo le va al consentido?",

"¡bien, pensando en las cosas de la vida!"

-- sí, pienso siempre en su muerte, ¡lo juro!--

“así me gusta, mente positiva...,

sentimientos de amor y de esperanzas".

16

No puedo apartar la mirada cruel

de  la jeringa, no tengo valor,

tiemblo, digo a la mujer las mentiras, 

al final será lo mismo de ayer.

Ella responde, ternura y amor,

como si ella fuese la otra señora,

sí, claro, ustedes saben..., la Vieja.

 

17

  

“¡Caramba,  se ve mejor!”, no me mira.

Las jeringas rojas volverán siempre,

entre sus manos blancas, “¡chao, mi vida,

felices sueños, nos vemos mañana!”

La estaré esperando, dejaré que entre,

escondí muchas agujas para ella,

la estaré esperando, dejaré que entre,

sentirá en su piel, la dulce venganza,

dormirá…, dormirá,…, bajo la tierra.

 

III

EL ESPECTRO

 

18

La niebla oscura de la tarde gris,

la luz del sol que se acerca a mi rostro,

sé que me maldicen, y todos callan,

siento el cansancio de las  aves muertas,

como flechas  navegan en mi cuerpo,

silencio,  la mirada de los Otros,

el verdor que se va, llegan rumores,

la niebla aparece, los perros ladran,

llora la noche, luces que se alejan,

ya escucho las plegarias de los muertos. 

19

Soy la sombra oculta  entre la gente,

la voz seca y oscura del infierno,

imágenes crueles de la locura,

silbido nocturno de los  lamentos.

Quiero arrancarme la piel amarilla,

no existir como un fantasma errante,

solitario, atrapado entre cadenas,

viendo caer la luna en mis pesadillas,

almas buscando las paredes rojas,

cargando para siempre con sus penas.

20

Las nostalgias eternas de alas muertas,

la sangre loca de un espejo roto,

son ritos malignos entre las nubes,

ánimas celestiales moribundas,

las maldiciones que la Vieja arroja,

las manos aferradas a las cruces.

Yo miro neblinas a cada instante,

vigilo el caminar de los insectos.

21

Y te recuerdo, mujer, yo te pienso,

tú sientes el frío en tu cabello,

me ignoras, te acaricio suavemente,

yo soy la luz en tu piel cristalina,

siempre toco tus entrañas, te duermo,

cuando cierras tus ojos y me buscas,

lloro, y beso  tu dolor cotidiano,

descubres en tus viajes la locura

del amor en las noches del invierno.

 

22 

El universo muere sin calor,

soy roca en lo más profundo  del mar,

yo me ocultaré en el tiempo, sin Ella,

no habrán ojos en el cielo, ni sol,

sin las flores, ni jardín, ni las rosas,

llorarán conmigo las hadas grises,

yo dormiré en las aguas del otoño,

pensando en ti, tus ojos, en mil cosas.

 

23

 

Seré una sombra más, y me uniré

a la cascada de espectros nocturnos,

las serpientes enfermas y dementes,

me verán en las miradas del alcohol,

caminaré por las colinas negras,

surgiré como cadáver sin rumbo,

en las aguas del sepulcro nublado,

esperaré el momento para crecer,

en cada silencio hermoso de tu alma,

en cada verso de amor que escribas,

en cada suspiro del corazón,

y te lo juro, no hablarás de mí

me olvidarás, y no verás mi mundo.

24

Tus miedos serán mi lecho dorado.

te dirán que yo no existo, un recuerdo,

la imaginación fugaz de la vejez,

dirán que soy maltrato del ayer,

inventarán novelas doctorales,

soy tu dolor, la suave luz del cielo,

el compañero enfermo que ocultas,

oscuridad, tu maldición eterna,

la sangre derramada en cada copa,

los voraces tormentos de la selva,

soy fantasía de la niña enferma.

 25

Sólo eso seré, un espectro común,

una alucinación, el arcoíris,

momentos líricos de tu payaso,

repetición mental del peregrino,

el que duerme tirado en cada acera,

sin compañeros, sin humanidad,

tan cansado, sin esencia, sin sueños,

duermo del otro lado de la Nada.

 

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  • Autor: Gerardo Barbera (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 28 de octubre de 2020 a las 04:25
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 18
  • Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, Willie Moreno
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Comentarios +

Comentarios1

  • Vogelfrei

    querido amigo he leído tu obra "la hermandad" y ya te he comentado que es genial, estoy a la espera de que concluyas esta, en verdad es fascinante la manera en que produces, te mando un fuerte abrazo



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