¡Te admiraba, José!
Admiraba tú forma de ser, siempre esforzándote por salir adelante
y apoyando a tú hija y a tus nietos en todo, porque los amabas mucho.
Admiraba tu manera de enseñar siempre deseando que todo mundo se
capacitará para mejorar, para ti era muy importante que aprendieran.
Eras tan detallista, tenías muchas amigas, pero ellas te decían en tu cara
¿ya me bloqueaste, por qué no te gustó que te dijera en que estas mal?
Y a mí me decían qué te creías mucho y que eras un orgulloso y engreído.
Te admiraba tanto que no te veía defectos, pero a veces eras como muy
Cambiante o no estabas de buenas y solo decías ya me voy, hasta mañana.
No sé por qué nos acostumbramos a estar juntos, si estábamos bien dos meses
y otro peleados. Estoy segura de que nos extrañábamos. Ya no tengo con
quien platicar de mis cosas íntimas y creo que eso era los que nos unía porque
nos contábamos todo, yo nunca te omití nada, te contaba desde que me levantaba
hasta acostarme y hasta lo que soñaba. Recuerdo que una vez te conté que
había soñado contigo y te dije fue un sueño inocente, es por estar tanto juntos.
Yo sabía qué no te gustan las mujeres, conmigo si y éramos como la pareja ideal.
¡Ay no, te extraño mucho! Es como sí me hubieran quitado algo mío un dedo o
una mano, nunca terminaste por darte cuenta de cuanto te necesitaba junto a mí.
Me sentía tan segura junto a ti y todos los días recordaba mirarme en el espejo
desnuda como tú me dijiste, ¡Ve, lo hermosa qué eres! No dejes qué nadie te diga
lo contrario, dependía de ti todo el tiempo, hasta para respirar, reír y llorar.
a veces eras un pervertido y otras veces un patán y aun así me gustabas.
eras como mi conciencia y me decías que sí estaba bien y que no, y como
lo hiciera y cuando algo no te gustaba no lo disimulabas, ¡Caray!
era tu expresión y me decías ¿hiciste lo que te dije? Estoy segura de que nadie
sabe lo que yo sé de ti, ni siquiera tu hija, ella menos que nadie.
nos contamos cosas no tan agradables de la niñez y de lo que nos quedamos ganas.
¿y cómo carajos me dejaste sola? ¿Quién te crees para irte como si nada?
quiero que sepas que estoy enojada por haber tomado la decisión de operarte.
Estoy enojada con Dios y con la vida porque me dejaste sola.
Y escribo para sacarte de mí y dejarte fuera de mi vida porque sufro sin ti.
Dicen que estas aquí entre nosotros, pero yo sólo siento tu ausencia y este vacío.
Y enterrarte de una vez por todas y no me vuelvas a dolor jamás.
¡Te admiraba, José! ¡Y no sabrás cuánto porque ya no estás aquí!
Alicia Pérez Hernández… México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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- Autor: alicia perez hernandez ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2020 a las 18:00
- Comentario del autor sobre el poema: Mil gracias por todo el apoyo que me han brindado en estos momentos dificiles para mía. Sus mensajes privados son los que me levantan y agradezco su preocupación por mí. se que poco a poco me iré recuperando porque cuento con amigos y amigas que me apoyan con su presencia en privado y me siento mas arropada por los que me conocen desde siempre. MIL GRACIAS POR DEJARME SU ESTRELLITA DE APOYO.
- Categoría: Sin clasificar
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