Alí de mi corazón,
bucear en tu mirada pintada de cielo,
tornaba cierta mi existencia.
Presencia bochinchera.
Leño candente en el fogón de las horas heladas.
Faro. Abrigo. Dulce compañía
en cada paso, por el camino agreste,
evoco tu andar, para infundirme aliento.
¡Compañero del alma, compañero!
Alí, amigo, peregrino de alas inquietas.
Alma buena, calma, para la herida abierta.
Con vos estaba a salvo, lazarillo, mensajero constante,
sin tu rumbo se me pierde la proa,
en el incesante vaivén de las horas
¡Compañero, del alma, compañero,
préstame tus alas, enséñame tu vuelo!
Cómplice, sabueso, ¿dime, dónde está tu huella?
- Autor: ELI (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2020 a las 22:16
- Comentario del autor sobre el poema: Es una manera de evocar al amigo más hermoso y valioso, que Dios me ha regalado: \\\\r\\\\nPara Alí. Un ángel de cuatro patas
- Categoría: Carta
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, alicia perez hernandez, rimas, Lualpri
Comentarios2
hermoso recuerdo querida amiga y bello trabajo un placer pasar a leerte, saludos
Muchas gracias Saludos
Lindo versar, felicitaciones 👏
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