Como en la nuca el golpe de un caño
así cayó la traidora violencia cerril,
clandestino desamor del engaño,
infidelidad de árido ciento por mil.
Parece mentira que besos de almíbar
dulzores de todas las quintas frutales
quedaron de pronto en olvido caníbal,
querencias fugadas por los pastizales.
De pronto vuelve el cretino recuerdo
pidiendo en húmedo silencio perdón:
apóstata que medita en el sauce llorón.
El río arenal sigue su ritmo fluvial
muy oculta la verde playa prohibida
…que besos fueguinos pactaron salida.
Comentarios2
hermoso trabajo, me ha gustado mucho, te mando un fuerte abrazo querido amigo
Agradezco amigo tu juicio estimulante.Saludos atentos!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.