Si bajas tu pincel del cielo,
A la callada y amorrada nube.
Olvidando el bajel del socorro.
Atiende… que gotea, mi fresco.
Si llueve tu pintura del cielo,
No me mandes color gris,
Ni más, saladas lágrimas.
Eso no quiero.
Mis ojos… no aguantan
El eterno llorar.
Mi llorar asiduamente.
Quisiera estar alegre y cantar alegre.
Deseo redundar, de pura alegría.
Cantar coros e himnos para glorificarte.
Pero mi desierto se conflagra, ardiendo en llamas.
Estoy tan triste… que ya se ahogaron mis penas.
Siguen vivas las desdichas, que se ríen de mí.
Y que me hacen seguir llorando cada día.
- Autor: Sierdi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de noviembre de 2020 a las 00:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Vogelfrei, alicia perez hernandez, maria1314
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