D E S P E R T A R

Marta Victoria Castro

Desde la cubierta del barco

se admira el infinito

iluminado por mil guiños

La quietud del agua

es un espejo

reflejando la inmensidad.

Burbujas de sueños

que laten interminables

encerradas en las sienes.

¡Ah mar!

Tus brazos salobres

sostiene... mecen...

es maravilloso

dejarse llevar por su balanceo.

Cerrar los ojos,

sentir la paz,

las caricias del aire

en las mejillas.

Dejarse transportar,

flotar a la deriva...

Quizás en una boca,

suave, lentamente,

logre despertar...

 

 

Marta Victoria Castro

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