Oscar Perdomo Marín
¿QUIERES SABER DE MÍ?
¿Quieres saber de mi?
Amo la música que se va agrandando
y que lo inunda todo;
la cadencia secreta de la vida que huye
y aun en el ocaso, disfruto la añoranza
de mis pasos de ayer.
Amo el milagro de respirar.
Con eso me basta para creer en Dios
y creer en mí.
Nadie es ateo, a menos
que no crea en si mismo.
Una religión jamás hace la diferencia.
Todos deificamos nuestros humanos miedos
y el sentido de culpa a veces convulsiona
y se hace lágrima o rezo.
Yo no sé de demonios
si aquello que me abraza y camina en la piel
es una adoración al infinito
que nos habita como polvo de estrellas.
Mis demonios son bellos
si mis ojos caminan sobre piel de mujer.
¡Ay, que me arrastre el Infierno!
cada vez que el deseo
se hace hambre en mi ser.
¡La gran metáfora del pecado es un acto de fe!
Dios existe en tus ojos y camina en tus pies
¡Oh, amor mío de todos mis veranos!
De las primaveras y otoños
que ahora en el invierno
justifican en mí, al hacedor de versos.
¿Quieres saber de mí?
Esta es solo la aproximación
del final de mi cuento:
“Evocó a las mujeres que amé y que me amaron
y aquellas que en invierno son hoguera en mi ser”.
No te ruborices: las mariposas todavía
me desordenan el alma.
- Autor: oscar perdomo marin ( Offline)
- Publicado: 6 de noviembre de 2020 a las 12:43
- Comentario del autor sobre el poema: Es un texto del tiempo del amor que nunca acaba porque renueva su horizonte cada vez que el corazón humano late.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
Comentarios1
Hay un tiempo en el destiempo y se llama amor.
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