La madre de la sombra.
Tanto pronto abrí los ojos
las sombras me dijeron:
no eres,
no serás,
No luches contra ello:
es tu destino.
Crecí asilvestrada,
de la mano de otras,
y en trabajo constante,
sin descansar jamás.
Me rompieron las piernas.
me cortaron las manos.
me quemaron los ojos.
¡Las sombras otra vez!
Respetaron mis brazos.
porque trabajan duro,
respetaron mi vida,
para usarla sin voz.
Un día vino el viento.
Lo trajeron las sombras,
y en mi vientre vacío,
anidó un suspiro,
que en mi permaneció.
Era de carne y hueso.
Y en mi vientre creció.
Lo cuidé con ternura,
y mis pechos lloraron,
leche tibia y sabrosa,
dulce como la miel.
Lo acuné con cariño,
aferrando su cuerpo,
pero vino la sombra,
y de mi lo apartó...
Hijo mío.
Serás sombra algún día,
lo sé,
lo he presentido,
y serás cruel verdugo,
matarás por placer.
Y me vuelve al recuerdo,
las frases de las sombras:
No eres,
no serás.
Recuérdalo mujer...
- Autor: Ishtar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de noviembre de 2020 a las 05:45
- Comentario del autor sobre el poema: Dedicado a las mujeres y niñas sometidas por el Islam radical. Las sombras en esta poesía hacen referencia a los miembros de ISIS o de cualquier religión musulmana que anula a la mujer. Las mujeres de estos sectores radicales del islam , tienen hijos varones que cuando crecen las tratan igual que al resto de mujeres, a las que consideran casi casi basura y pueden considerar objetos que se pueden hasta matar sin consecuencias.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, Almohade, David Arthur
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