Maldito recuerdo impregnado en mi cerebro.
Tatuado en sangre por todo mi cuerpo.
Bendito seas, que por tu timidez,
No lo pintastes como lo pensastes.
Pobre tu cuerpo bañado en tinta
Que ni un trapo con Clorox limpia.
Maldito seas por labrar en mi piel
Tu triste realidad.
Por que no antes de pintar
Encuentras tu estrategia artesanal
Para que nunca más
Me vuelvas a tatuar con tu triste realidad.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.