No padezco hora sabatina más triste
sin el grisáceo frío temblor del crepúsculo,
momentos del alma, que ni su calma resiste,
la braquial y tan cansina fatiga del músculo.
Manecillas exánimes cuelgan del lujoso reloj
chorreando los números desde la pálida esfera
cuando la luz natural casi vencida se embarcó,
rumboso candil de la noche en mortífera espera.
Un naciente mundo marca ya diferente su ritmo
despertando veloces luminarias de alarmas nocivas
tropeando circuitos de delincuenciales alternativas.
Derrapan las cifradas fórmulas del nuevo algoritmo
lucrativa asunción hegemónica de las indóciles vetas,
azarosos íconos negros y rojos, atrapante ¡Diosas ruletas!
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2020 a las 00:15
- Comentario del autor sobre el poema: El dia y la noche son fenómenos atmosféricos y astronómicos, vinculares a la acción de la suprema luminaria del sistema y al paseo sobre un eje de la rotaciòn terràquea.Pero no solo la Tierra rota.También sus habitantes terráqueos.Y los hay quienes cuentan con disposiciones preferidas diurnas y los hay notivagos.¡Y son distintos! Tan distintos...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, jose S.W.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.