Me entretengo pensando
en lo que dejé.
Acabo de soñar que debo irme a otra ciudad, a estudiar.
Solo fue levantarme de mi último y amante jergón y mirarlo
con ojos de chivo degollado, o más bien entristecido por la
añoranza. Miro con detenimiento cada átomo de mi cuarto,
un espacio que dentro de mí me ha acompañado en estos
últimos veinticinco años, un suspiro en un contar planetario.
Paseo pasillo abajo mirando y dejando los ojos en cada rincón,
en cada figurilla de alabastro de esas que mi madre anhelaba
y coleccionada como una posesa, en cada moldura marrón,
historiada con las escaras que los recuerdos han ido dejando
entre sus fibras; cada cajón, cada cuadro recibió su última
instantánea de un nervio óptico que ya ciega de posibilidad.
Hago las maletas lentamente, como queriendo verificar la
teoría de la relatividad especial de Einstein, esa que asegura
que el tiempo corre más lento cuanto más rápido viajamos,
—aunque en este justo momento le encontré un error; no es
cuánto más rápido sino cuánto más lento (debió de ser un
descuido tipográfico del editor).
El caso es que terminé de completar la maleta como si fuera un
parto lo mío —¡qué sabemos los hombres de partos!— y la llené,
me atrevería a afirmar, de más por si acasos que de cosas útiles
y de rutina, hasta el punto de pensarme adminículo o adyacente
de la maleta, que en realidad era ella la que se desplazaba al azar
de una nueva aventura y no yo, que solo venía a ser un apósito
necesario para que pudiera ser llevada a su destino, para que
pudiera ser introducida en el maletero de un coche destartalado,
a tono con lo que es su dueño, o al menos el tenedor presente de
su llave.
Entre dimes y diretes llego a la nueva ciudad, a la nueva vivienda
—muy alegre en verdes y luces— y al nuevo trabajo, y todo va bien.
De momento...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2020 a las 08:14
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando salimos a una nueva aventura los miedos nos llenan la maleta de sindioses.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, Yvette Nino, jose S.W.
Comentarios2
Las cosas materiales que van en la maleta, son solo cosas de rutina, porque usted, poeta, está lleno de sabiduría para iniciar un nuevo trabajo, una nueva vivienda y una nueva ciudad y todo irá bien, siempre. ¿Solo fue un sueño?- Un placer leerte y saludarte.
"Acabo de soñar que debo irme a otra ciudad, a estudiar.
Solo fue levantarme de mi último y amante jergón y mirarlo
con ojos de chivo degollado, o más bien entristecido por la
añoranza. Miro con detenimiento cada átomo de mi cuarto,
un espacio que dentro de mí me ha acompañado en estos
últimos veinticinco años, un suspiro en un contar planetario."
No es biográfico el literal pero sí el interlineado. Un abrazo Lucía
Cierto, algunos no hemos parido la maleta ni por cesárea. Un abrazo Alberto, disfruto mucho tu arte...
Gracias por tu visita, celebro tu gusto y agradezco tu aceptación de amistad.
Un abrazo amigo.
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