Añoras ser un buen monje nepalés
del quirúrgico tercer ojo
cirujana que no siempre te ves,
terapeuta de verdades en cósmico cerrojo.
Añoras ser un buen monje nepalés
del frontal y vidente tercer ojo,
pero tu mundo glacial no es el Everest,
dolor universal padeces, no calmar al riñoso.
Añoras ser un buen monje nepalés
togada episteme, sabia del tercer ojo
nunca en ocasión de única vez,
decodificadora del rayo infrarrojo.
Añoras ser un buen monje nepalés
sapiente pagana del tercer ojo.
-"¿Sabes quién soy ?“- viajera de alas sin pies,
me anuncia arribo final, la Dama del Despojo.
Dime urgente anacoreta montañès
mientras miro temerosa tu Himalaya ,
reclamo tu don, visionaria y sin revés:
¡piedad! es que muere, ignara, esta pobre uruguaya.
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