No es justo, que esa parte de hombre que llevo en mi mente
encadene a la bestia que controla cada extremidad y cada
musculo de mi cuerpo cuando quiero hacerle el amor a mi mujer.
Quiero y deseo que la fuerza de mis mordidas la obliguen a
torcerse de dolor y placer, que mis besos marquen pequeños
mares de fuego en su cuello palido y su sangre grite mi
nombre en aullidos. Como puedo sentir que ella es mia, si debo
ignorar estos pequeños detalles que nos llevan a ambos hacia
la locura? La fuerza física de una bestia sin duda es difícil
de medir, pero la fuerza de voluntad del hombre que hay en mi, del
hombre que me ordena que sienta la piel de ella e ignore todo lo
que pasa alrededor, ese tipo de fuerza es casi inquebrantable. Pero
esta noche la Luna llena esta a mi favor y la bestia toma control.
Y no dejo pasar el mas mínimo detalle; Como sus pechos se endurecen
cuando mi lengua dibuja sobre ellos, como sus músculos
se contraen cada vez que la muerdo y un hilo de sangre pinta
mis labios y enciende mi garganta, como la luz de las estrellas
traen a la vista el color esmeralda de esos intensos
y profundos ojos. Pero lo que menos puedo ignorar, son los gritos
ahogados que salen de su boca, mientras muevo sus esbeltas
caderas hacia delante y atras, su voz siendo el unico
sonido que se escucha en la densidad del oscuro bosque,
plantando en ella el olor de la lluvia tormentosa que entra por
la ventana, cuyas gotas se vuelven vapor cuando caen sobre nosotros,
pero no son suficiente cosa para evitar que plante mi semilla en su vientre,
semilla que crecera en una bella criatura y la amara y cuidara cuando yo no este.
Cuando por fin la cargo hasta el punto mas alto y le doy una probada de lo que significa
pasión, ella suspira y susurra mi nombre, seguido por un
silencio que casi obliga a escapar que su lengua, las palabras de amar. Cualquier hombre
describiria esta escena romántica, mas para mi, esas palabras fueron un error.
El infierno abrio paso en mi interior, mis brazos crecieron y casi quebrantaron
su pequeña espalda mientras la abrazo y la obligo a moverse una y otra vez, estirando cada
grito silencioso de dolor y placer, de pasión y éxtasis.
Si hay algo que no ignorare cuando llegue la mañana y el sol arrastre cualquier
rastro de calor que haya quedado en nuestros agotados cuerpos, su voz diciendo
mi nombre, si hay algo que ella no olvidara de esta noche, sera
que gracias a sus manos delicadas y suaves pero fuertes,
pude desatar todo el amor y toda la admiración
que siento por su belleza y por todos estos hermosos
y pequeños detalles que siempre me regala cuando nos
fusionamos en un solo ser, cuando unimos nuestras almas, mentes y cuerpos,
cuando unimos nuestros labios, nuestras miradas y nuestros gritos.
Y estas palabras van para ambos hombre y bestia que me controlan; esto que paso, esto que
esta pasando esta noche y volvera a pasar, no es algo que
se debe sentir e ignorarlo, es algo que debe respetar, amar y repetir.
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