Un bello día inicia de nuevo.
Un tormento vuelve al pueblo.
Un pequeño rubio corre hacia su mamá,
un pequeño castaño llora sin parar.
Una estrella en el cielo brilla más que nunca,
el rubio corre sin mirar.
Un azabache le usurpa,
su objetivo no va a escapar.
Un chico en un barranco,
detrás de el su hermano.
El odio y el rencor lo ciegan,
la venganza corre por sus venas.
Un castaño preocupado,
un cadáver despojado,
un niño desaparecido
y un amor corrompido.
El cielo de la noche lo vio,
el único testigo que no hablo.
Un azulado cielo nocturno no brillo más,
la bella estrella desaprecio sin mirar
igual que un risueño y pequeño castaño,
de quienes se encargaron de apagar.
Unos pequeños hermanos, víctimas del mal fueron.
Un culpable sin dolor y un inocente con rencor.
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