Aquí estás,
meciéndote en mis pensamientos
como se mece el agua
en el mar de mis sueños,
a deshora,
te metes en mis versos
y eres madrigal y lira,
eres rima en mi soneto.
Aquí estás
en mis venas,
en el tortuoso torrente
que corre por mi cuerpo,
donde vas y vienes,
desde mi mente a mi pecho,
sobrevolando mi alma,
envileciendo el deseo,
musa casquivana
de abril y luna.
Y así transcurres,
como la noche a lo lejos,
como el río en su lecho,
perdiéndote,
como los años,
como la juventud que ya no tengo,
como el viento.
Y en esa ínsula,
donde se confunden
el ayer y el hoy,
te haces recuerdo,
un hito en la historia,
que pasó con pena,
que confundí con gloria.
-. PaR
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17112020
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