Te veo llegar cada mañana,
la magia de tu presencia transforma mis días;
vamos cual átomos en el viento,
compartimos como olas en la playa: soy feliz.
Te veo amarme a diario
desde el silencio de tu presencia distante;
llega la tarde, reímos, mientras te miro temeroso: soy feliz.
Te abrazo con la fuerza del espíritu,
intento detenerte, pero, cae la noche y no estás;
no llegaste y te espero todavía,
porque me faltas para ser feliz.
- Autor: Carlos Alberto Polo López (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de noviembre de 2020 a las 20:20
- Categoría: Amor
- Lecturas: 44
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