Conozco las vilezas de la raza
Que no admira jamás belleza alguna:
Esa raza tan ruin que sólo abraza
La grave tentativa de amenaza
De algún día poder besar la Luna.
Conozco de las máculas del alma
De esa gente que amor nunca ha sentido,
Ni a su espíritu jamás llega la calma,
Y cada vez al mundo más desalma
Con la pérfida vida que ha vivido.
Conozco de esos seres despreciables
—Que no merecen ni tener sus nombres—
Y sus acciones menos perdonables:
¡Hombres se dicen ser los miserables!:
¡Hay hombres que no se han de llamar hombres!
Mas tú no tengas en tu pecho claro
Rincón alguno que mancharse pueda
De estos seres obscuros sin amparo
Del alma que en sus cuerpos ya no queda:
Conserva la frescura de las flores
Y esa magia que tienes de terneza;
¡Con virtud siempre adorna a tu belleza,
Que divinos serán tus esplendores!
Por ésto, muchacha,
No hagas caso jamás de la vileza:
¡Sólo emprende a volar como paloma!;
Nunca agaches, muchacha, tu cabeza,
Por aquel que enloquece en tu belleza
Sin siquiera innalar tu dulce aroma.
- Autor: Robespier Alejandro ( Offline)
- Publicado: 25 de noviembre de 2020 a las 16:30
- Comentario del autor sobre el poema: A una muchacha que fue, en singulares condiciones, físicamente irrespetada.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: jose S.W., Vogelfrei, María C.
Comentarios2
Realidad y Magia en tus letras !!!
Hoy lo encuentro y aprovecho para feliciar tu dia, que lo tengas super.
Y muy cierto lo que dices, hay mucha vileza pululando por el mundo.
Un saludo
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