Hoy tuve ganas de vos,
de encontrarte
por alguna calle sin destino,
tomarte de la mano
y caminar bajo los árboles,
sin ir a ningún lado
o hasta fin del mundo
y un poquito más allá.
Tuve ganas de encontrarte,
en algún café de la ciudad
y de mirarte a los ojos
como hacen los enamorados
y juntos observar las golondrinas migrar
bajo una lluvia de hojas amarillas,
arremolinadas por el viento
de abril y otoño ocre.
Tuve ganas de encontrarte
con tu vista clavada
en el punto donde se juntan la tierra y el cielo,
siguiendo a una estrella fugaz,
más allá del tiempo,
y escaparnos a algún lugar escondido
donde vos y yo nos hacemos uno en la penumbra
navengando en un mar de sábanas,
remolino de sal
y mieles profanas.
Si... Hoy tuve ganas
y no pude encontrarte,
ni en mis poemas
ni en tus cartas,
o jugando al escondite
con un viejo recuerdo
que de tanto buscarte
se quedó dormido en una esquina,
sin volver a despertar.
-. PaR
Derechos Reservados
26112020
Comentarios1
Pablo:
Hermoso y sentido tu poema.
Un placer de lectura.
Un abrazo.
Muchísimas gracias. Muy amable por leer y comentar.
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