Has tenido el descaro de ignorarme
de no querer escuchar lo que te digo
ese zumbido permanente y obstinante
hacen que reniegue hoy de ti
Lo que diera por no haberte escuchado
porque mi oído
hubiera sido inmune a tu sonido
Tus palabras entraron como eco
no fue posible
confundirlas con mis vísceras
y retumban como un grito permanente
desbordado entre los hilos de mi sien
y en mi propia frente,
Quisiera salir de mis oídos
y encontrar en tus verbos y tu aliento
la calma que no tengo
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Autor:
@mariatearaure (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de noviembre de 2020 a las 23:36
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Dante Cruz Velez, Vogelfrei, Lualpri
Offline)
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