Esta noche, lleno de desasosiego y placidez;
Odio y amor, melancolía e ilusión, dirijo a ti, mi anabí;
Palabras que morirán ahogadas bajo el granito del instrumento
con el cual mis sentimientos dejo imprento;
A ti, mi anabí, a ti que te idealicé,
Desde que era un pequeño per sé;
A ti, que, en antítesis a Neruda, nunca conocí,
Sin embargo, entre tantos labios tu esencia saboreé;
Y es que en tu búsqueda, si es bien o mal, ya no lo sé;
Y es que en los años entre el deseo y el olvido
La inocencia he perdido.
¿Ya un hombre y aún confundido?
Eso explica por qué en el corazón de tantas habitas en el olvido;
A ti mi anabí, me debo de despedir;
Desde hace lustros, en cientos de ojos te busqué;
Hoy, he despertado y una sorpresa me llevé
Y es que tú, mi anabí, tu magia y amor
Solo son una proyección de mí
- Autor: Manu (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de noviembre de 2020 a las 02:48
- Comentario del autor sobre el poema: Anabi es un nombre que le dio el autor para hablar de una idealización.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
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