La piedra era enorme y lunar
en sólido y perfecto equilibrio,
no caía con la hiper Cartepillar
ni moviendo hercúleo su manubrio.
Pero tú...personaje de negro paladar
averiada tu nave con ajustado timón
puedes al instante inesperado resbalar
pisando distraído, caída en loco tropezón.
La mortuoria batalla de las fronteras
hecatombe que tres iluminados decidieron
-acopio de cadáveres en fúnebres canteras-
diabólico e irracional precipicio que blandieron.
Cuando antiguos mitos respiraban
y aun felones, murieron altivos
parecían zahoríes que educaban
...si parecían tan lúcidos y vivos!
Flores en las memoriosas lápidas
celestiales versículos tal fuesen divinos,
que ya muy pronto serán estampidas
donde rezan al trío los nuevos vivos
Falsas cumparsitas por esos muertos
anfiteatros de oratorias, mensajes seudos
de aquellos públicos y efímeros aciertos
en los lucros y empeños de sus deudos.
Plácidos ensayos de vocingleros cacareos
corrillos de circos eléctricos de la nada.
alabando roncos hurras a míseros trofeos
en la neo elegía de la colectiva manada.
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de noviembre de 2020 a las 11:30
- Comentario del autor sobre el poema: Un repaso histórico y genérico a los felones del tiempo, el culto a esos muertos con pendones y tantas infamias a cargo con herederos contemporáneos, parentales y no, que aspiran calentar los tronos o las sillas curules con las viejas falsías..
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei
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