Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
A pura agua...imposible?
La secuencia a lo remoto?
Un tiempo despues? Nada:
Sensación ilógica, o tal vez
Premonición, quizá solo
Un demonio, un divergente
Accesorio para el orden
Regente rematar en el polvo...
La policía? Son unos locos,
Con catarsis de casi todo,
Tembleques...muñecos
Pretenden el trono...y quién
Lo tiene? La mujer del amor,
La de los ojos de oro
O la otra: su impropia sombra...
Y el vapor opiáceo va formando
Nebulosas que suben
Desde el incensario...y pensando
Estoy yo, aquí, solo? No
Exactamente...tú no lo ves a él
Detrás tramando la suerte,
Que no es real: un reflejo
Através del cristal, en esta mente...
La música corriente...el río
Me sonríe, y es mi amigo
Elemental, bien querido...
Me habla las palabras
Que acabo de plasmar,
Y más: me abre los sentidos
A todo lo vivo...me hace infinito,
Y tan tristísimo que me río
Cuando (dicen) está prohibido.
El camino se ha ido conmigo
Adonde el día tiembla de frío...
La luz destruye a los oscuros
Servidores del terror...
Entre las verdes ramas
Un petirrojo canta sin parar,
Una ágil culebra por la hierba
Se desliza...podéis verla
Y sentirla...es la tristeza:
La madre antigüa de la alegría...
Vibra el templo y el tiempo
Se retira, con la voz de la poesía
Trayendo el misterio inmortal
Del amor a la vida...ya!
A esta hora, la única, no hay otra
Flotando sobre la superficie,
En una danza artificiosa...
Rimas como dulces olas,
Mi luz las toca todas, las vive,
Respira siempre sus aromas...
Mientras comienza a asomarse
Silenciosamente sinuosa
Una simple gota...la primera
Alegre lágrima retorna a su alma:
Es mi sombra en disolución,
Sin solución...pero me arropa
Y protege contra la humedad foránea...
Rompe las rejas heladas
Con un golpe de ganas!
Eya me ayuda: alumbra mis ideas
Su grandilocuencia subterránea...
Emerge de la nada en una ráfaga
Para fluir...ejerce influencia
En mi sique, me la libera,
La levanta sobre el aire y las estreyas
Porque percibe en mí la misma yama eterna,
Briyante alma líquida, de agua límpida,
Rítmica y musical esencia única,
Una imagen cambiante en el cielo,
Un ángel sincero, inteligente e intrépido.
Rápido va cayendo el río al abismo
Sin vértigo, como yo mismo cuando yoro
Solo y en silencio, versos de oro,
Yenos de argénteas nostalgias
Y beyas sonatas que no oye ni el viento
Porqué no me doy, me quedo
En mi lecho, entre pétalos multicolores
Corriendo sobre el río hacia la noche...
A un lado, burlado, el destino conspirador
Busca adentro, en meditación metido,
La cura al dolor por culpa de un amor
No correspondido: el mío...
Yo no corro ni con el río,
Voy por mi propio camino,
A todos los otros distinto.
- Autor: Original Oriflama Infinita ( Offline)
- Publicado: 1 de diciembre de 2020 a las 11:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: domingo perez, Dulce, Vogelfrei, SOY.-, J.K.
Comentarios1
Interesante camino Sergio, lleno de obstáculos a saltar, bien hecho...como el río, canta, fluye atraviesa todo lo que pone por delante,abraciño
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