Vuelve la brisa
y el viento del nordeste
desde los mares.
Pero sus besos,
igual que sus caricias,
siempre han estado.
Aquí estuvieron,
vagando, libremente,
sobre las playas.
Nunca se fueron
a cárceles y a casas
a confinarse.
Y es que la brisa
no sabe de barrotes
ni mascarillas.
Sus besos, libres,
recorren los rincones
más pintorescos.
Buscan al hombre,
al rostro sudoroso
y al dolorido.
Llevan caricias,
ternura de sus labios
y una sonrisa.
Llevan la paz,
y en ella la bandera
de la esperanza.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/07/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 3 de diciembre de 2020 a las 08:26
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Poeta al atardecer., Vogelfrei
Comentarios1
Hermoso y alentador al espíritu del hombre creado. Humildemente pienso que es fácil identificar a quienes el Creador revela sus misterios. Han habido seres que nacieron y murieron sin descubrir el lenguaje y caricias de la brisa y el viento.
Una bella obra amigo Poeta.
Un saludo fraternal.
Poeta al atardecer.
Gracias por tus palabras y comentario, Poeta al atardecer.
Un saludo.
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