Era tanto lo que yo te quería, que la pena estaba prohibida, pero fue tu falta de valentía, la que durmió mi alma infinita. Tú te apropiaste de mi alegría, y dejaste mi amor en silencio, quisiste arrebatarme la poesía, para dejar mi cuerpo muerto. Repletos conservo cuadernos, con fatalidades de un destino, arderían en el mismo infierno, por andar de nuevo el camino. Como vagabundo equivocado, intenté cauterizar mis heridas, por ti continuamente ignorado, procuré ausentarme de la vida. ¿Por qué huíste sin decir nada? ¿Qué escondías aquella mañana? Verdades de alguien que miente, y que solo perversas, su mente cree.
- Autor: By José (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de diciembre de 2020 a las 15:57
- Comentario del autor sobre el poema: A veces las verdades son mentiras, y viceversa.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, Mauro Enrique Lopez Z., Dulce, Original Oriflama Infinita
Comentarios2
Se dice que la mentira tiene piernas cortas y que siempre la alcanzan.
se dice que la mentirosa siempre es descubierta.
Yo digo, que NADIE tiene la VERDAD absoluta. SOLO DIOS.
placer pasar a leer tus versos sin duda son tu sentir y decir poético que yo admiro. saludos, poeta
Muchas Gracias Alicia, un saludo!
Hay tantos misterios en el amor para resolver, me gustó tu prosa,abrazo
Muchas Gracias Dulce. Un abrazo.
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