“No voy al parque a jugar,/ voy a ver cómo otros juegan./ Hay recuerdos alegres que quieren llegar…/ y otros que tristes llegan”.
Niñez… tiempo de muchas risas, de inocencias,
de no hacernos respecto al mundo preguntas;
es época de bonitas, inolvidables experiencias,
noches para rezar con nuestras manos juntas.
Cualquier objeto a un juguete se nos parece,
y algunas canciones infantiles nos encantan;
nos gusta que alguien nos mime y nos bese
y siempre hay quienes nos bailan… y cantan.
Tiempo de hacer las cosas por primera vez,
la comunión, la escuela, una niña nos gusta;
de concluir que diciembre es un lindo mes
y darnos cuenta de que la oscuridad asusta.
Días de ir a los parques a pasear y divertirnos,
de esperar Navidad con la ilusión que impera;
a nadie se le ocurre venir algún día a decirnos
que a la misma navidad no todo niño la espera.
También la niñez es época de trabajo, de lucha;
cuando la vida no ha sido fácil y no sonreímos.
Instantes en que creemos que Dios no escucha,
sin juguetes ni Navidad y tristes nos sentimos.
Si es nuestra realidad se nos va la inocencia
y sí comenzamos un día a preguntarnos cosas.
Ya no nos parece tan hermosa la experiencia
y nuestras manos se nos separan temblorosas.
No tenemos tiempo para jugar con objetos
ni hay quien nos cante infantiles canciones.
Somos en la calle testigos de violencias, retos,
nadie viene a mimarnos, a darnos emociones.
Ya no hay escuela o no la hay todos los días
porque no puedo comer si acaso no trabajo.
Tal vez me guste una niña y sienta alegrías
y crea que ella es lo que el niño Jesús me trajo.
Si es mi realidad, entonces con algo alumbro
pues no me asusta la oscuridad, vivo en ella;
hay algo a lo que todavía no me acostumbro
y es a que dude la gente que “la vida es bella”.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
Derechos reservados
Libro: http://goo.gl/YYLd72
Correo: [email protected]
Twitter: @poreros
Imagen: de Google
Comentarios2
siempre un placer leerlo maestro , un abrazo
Así es Alvaro, el recuerdo de esa niñez feliz aunque fuéramos pobres, es algo que siempre es grato recordar porque en nuestras mentes, solo deseábamos juntarnos con nuestros amigos y jugar para sentirnos felices. Un fuerte abrazo.
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