Sin salida (soneto alejandrino)

SIN SALIDA
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Ahora que las lágrimas se han teñido de rabia
y en los ríos oscuros hay cadáveres pálidos
enredados en musgos, se ve cómo la ignavia
puede emerger triunfante con sus miembros inválidos.
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Si hasta a la sensatez el destino resabia
aplastando su llanto con sus rastros escuálidos,
y una fuerza muy clara macilenta a la anavia
con su espiga filosa donde rugen hapálidos.
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Ahora es al revés, una página sucia
escrita en garabatos destruye los maderos
hasta volverlos polvo, producto de su argucia.
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Se ve que no hay salida, no existen ya senderos
por dónde caminar, sus huellas, con astucia,
impresas con dolor oprime a los austeros.