La prosa poética, no suele distinguir entre la vida y su ausencia; el verso es un rito que en algunas ocasiones, silencia y en otras grita.
Un poema, permite el nacimiento de una rosa, a pesar de estar rodeada de espinas, y en los sueños, nos permite acercarnos sin cortapisa alguna, al encanto anhelado.
Sabemos muy bien, que no es conveniente vivir del aroma de las flores, por preciosas y aromáticas que sean, ni tampoco contemplar por largo periodo de tiempo, el brillo de las estrellas.
Un poema, no distingue entre la noche cerrada y la mañana abierta, pues su comportamiento viene a ser casi idéntico.
¡Algunos amores, pierden fuerza cuando callan los versos que han nacido bajo la influencia del corazón!!.
Ellos, me atrevería a decir, que operan como tambores que claman contra las penas del alma.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 8 de diciembre de 2020 a las 05:21
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 34
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