En compañía de un café y un cigarro en las madrugadas es la perfecta excusa para hondar en uno mismo.
Saborear cada trago amargo del café y cada pitada seca del tabaco y relacionarlo con la vida. Pensar en uno mismo y no querer esquivar las consecuencias que esto trae consigo.
Ponerte en lo alto y respirar.
La cuchara revolviendo la taza, una perfecta melodía dramática y romántica que te acompaña.
El fresco del aire que acomoda los pensamientos.
El humo de tabaco como una neblina tenue y misteriosa.
Ver la taza vacía y el tabaco ya terminado es volver a la triste realidad del fin.
- Autor: Sta Amelie (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2020 a las 01:23
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Vogelfrei
Comentarios1
Eres una poetisa de verdad que nunca está sola como se ve en tu foto, qué suerte tiene el gato. Salud
Muchas gracias por el comentario y leerme.
Sta Amelie.
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