(In memoriam de Jesús...)
Cuando te marches
permite que me aguante
y no te llore.
Me lo pediste,
"no quiero ver tus lágrimas
ni tus reproches"
Y te marchaste,
después de haber dormido
durante un tiempo.
Yo te extrañaba,
igual que los gorriones
de la alameda.
En el café
también los camareros
notan tu ausencia.
Hoy los cipreses
se inclinan, como siempre,
hacia la tierra.
Y a ella vas,
amigo y compañero,
sin una lágrima.
Dejas la tinta,
tu vida y tus cuartillas
en tantas letras
Porque supiste
ser libre y muy sencillo
en tus escritos.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/08/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2020 a las 08:35
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Lualpri
Comentarios1
Pase a léerte me gusto hacerlo saludo y abrazo fraternal desde mi país Ecuador esperando que estes bien de salud cuidece y su familia bendiciones
Gracias por tu visita y comentario, Mauro.
Un abrazo.
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