Fin
Esa nada que me llena,
soledad que regocija.
Alma triste que se encierra en el vacío…
y se refugia en el silencio…
de un desierto interminable de misterios.
Confiné mi aislamiento en el destierro,
Me propuse renunciar a mis lamentos,
y me alejé de las mentiras.
He caído en un barranco de tristeza,
naufrague en el mar de mi sollozo,
y me perdí en el desengaño.
Soledad,
solo tú me fuiste fiel…
a pesar de esta amargura que me asecha,
no has dejado que me extinga…
dando vueltas al exilio de mí mismo…
en el laberinto del despecho.
Confundido me he quedado a media luz…
tras la penumbra,
en la añoranza de recuerdos que lastiman.
Soledad…
yo creí que tú te irías,
que también me dejarías,
que más nunca volverías…
y ve tú…
estas de vuelta para hacerme compañía.
Yo creí que lo tuyo era el olvidado…
y no fue así,
ahora sé que somos dos…
en esta angustia cotidiana.
Tu y yo en igual pena…inevitable,
y desde ahora tu y yo inseparables.
Soledad amiga amante…
Bienvenida,
te prometo… nunca más… dudar de ti…
si es que vienes a quedarte.
- Autor: El Gitano de los Versos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2020 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Isaac Reyes
Comentarios1
La soledad es una amiga que tarda mucho en marcharse...
Siempre es grato visitarte amigo. Un abrazo.
Siempre es grato para mi que pases por aquí mi estimado Lorenzo. La soledad vino a quedarse. Saludos.
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