LA FALDA BLANCA AL AIRE DE MARÍLYN ....

Lo último que desee fue decirte adiós con aquella confesión recordando aquella falda blanca al aire de Marilyn  y su
sonrisa con aquellos dientes tan blancos que parecían de marfil.

Apenas me parecía que su belleza era infinita, y sin pensar en nada más, solo quise vivir en el apartamento de abajo y tenerla a ella de vecina, para poder disculpárme de todos mis pecados, y decir bien alto que la culpa no era mía, pues la tentación vivía en el apartamento de arriba

Un día le confesé a mi sombra, que cuando ella dormía, yo volaba hasta la ventana de arriba, para poder ver dormir através de la cortina a mi secreta tentación, para inspirarme en la madrugada y poder escribir a las estrellas de mi amor.

Confieso que mentí durante años de mi deseo por esa rubia platino, aunque no era ningún secreto, bien lo sabían mis musas, peor es negarlo, amar callado es malo para un corazón locamente enamorado

No son buenos los disgustos que me llevo, por decir lo que siento
sintiendo lo que digo, se me nota que aún la deseo. Lo que sé del
amor es que se sufre y se ama con la misma intensidad, lo que
sé del pecado, me lo enseñó muy bien en un curso intensivo el Diablo..

No lo niego ni lo escondo, odio los divorcios de los amores rotos
porque dónde se amado tanto, no hay disculpa ni derecho olvidarlo.
Cada noche me voy matando poco a poco, bebiendo y fumando, contándole a la botella como quise y aún quiero a esa rubia platino.La botella completamente desnuda pues esta ya vacía, me consuela callada con una mirada amiga y mucha ternura.

Solo me queda un consuelo, amé tanto aquellos ojos, que aún me muero por ellos cuando por las mañanas me despierto, y cuando
por la noche me acuesto me acompañan sus besos y ese andar
que se contoneaba de una manera que jamás podré olvidar.

Mael Lorens
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de Autor 11/12/2020