Soy un sol sin ventana
levantado en ese cielo
desesperado de lagañas.
Soy el calor suave
que abrasa el nuevo día
buscando tus ojos
y quizá el alma
en ese beso fugado
de certezas y sueños.
Busco la ventana
con cristales transparentes
en deseos
que hagan luminoso el día
y menos denso el cielo.
He muerto tantas veces ya
pero nunca, como hoy.
Serán los años acumulados
los desplantes de la razón
o esa empedernida ausencia
que huye sin destino
lejos de cada oportunidad.
Qué te doy, qué nos damos
en la porfía del vivir.
Recuerdo, atrás en el tiempo
la urgencia que nos unía
sin día, ni noche
en ese universo ausente
de los demás.
Cada abrazo, cada beso
cada piedra en el camino
parecía una montaña
pero, las pasamos
tomados de las manos.
Hoy he muerto, en la ausencia
en ese desgano
en todo lo que falta a tus ojos
en el sol de cada día
en mis brazos, que no alcanzan.
Quizá debo seguir muriendo
en tu infinito mirar.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de diciembre de 2020 a las 10:12
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Versatus
Comentarios1
La rutina va matando lentamente nuestra urgencia...
va dejando lejanía, ausencia, desgano...
Bellamente tristes pero ciertas tus palabras.
Un afectuoso abrazo.
Pasa aveces, que el amor es asimétrico y eso lleva a cuestionamientos, en un ámbito que se supone único y homogéneo.
Un abrazo, agradecido por el comentario.
Esteban
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