La perpetua agonía
Distingo entre las lúgubres noches al fantasma insolente que se atreve a acompañarme, robando mis sueños, haciendo temblar de rabia y de frío mis huesos.
El cortejo de ansiedades me inundan cascándome el Alma, arrebatando suspiros y llevándome a una perpetua agonía.
RECH
Comentarios1
Ansiedad, soledad y tristeza infaltables fantasmas que en la noche nos rondan...
Melancólicas tus bellas letras amiga.
Un abrazo.
Así mismo es. El fantasma de la Soledad y sus miserias.
Muchas gracias. Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.