Extraño sino el de la flor
ser arrancada por amor
para que tus ojos la vieran
frágil entre las manos.
Como mi propio corazón
que inexorablemente
marchitará de tiempo y olvido
en esa aparente
felicidad.
Si pudiese regresar a ese beso niño...
Lo gustado, ya lo tienes
el asombro del recuerdo
el éxtasis de lo hallado
maravilla que no pierdes
mientras el amor te inunda.
Hoy en tanto
el camino polvoriento de miedos
se lava de dudas y es barro
en lluvia que hace un suelo nuevo.
Primavera tibia de flores rojas
de finos besos
dejados en los bordes del alma.
No volveré a temer
el mañana no existe.
-
Autor:
Esteban Couceyro (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 21 de diciembre de 2020 a las 12:08
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 94
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Versatus, alicia perez hernandez, Texi
Offline)
Comentarios3
¡Ay mi hermano Esteban!
Así se escribe. Mientras vos manejás un Cadillac clásico de lujo, perfecto, yo manejo un carretón jalado por bueyes. Y los bueyes ya están teniendo dificultad con el jalar, mientras vos tenés tu tanque lleno de combustible..
Eso te lo dice todo.
Gracias mi hermano por compartir.
Tommy Duque.
Estimado Tommy, tu comentario, tiene la altura de la generosidad. Creo que no hay vara a medir los dichos del otro, pues en esto, el lector y su interpretación, son los dueños del acto.
De miles de maneras, hay conjunción, con el otro y el concepto escrito, es un camino pródigo.
Te agradezco la atención.
Un abrazo.
Esteban
SIMPLEMENTE MARAVILLOSOS VERSOS,
SALUDOS POETA
Eres una dama y comprendes el acto supremo de la flor en manos de un hombre enamorado.
Un abrazo con flores.
Esteban
" Extraño sino el de la flor
ser arrancada por amor
para que tus ojos la vieran
frágil entre las manos.
Como mi propio corazón
que inexorablemente
marchitará de tiempo y olvido
en esa aparente
felicidad. ".....
Esa cortina del poema es sencillamente inmejorable poeta..Tienen fuerza las imágenes ...
Felicitaciones..
Es tu propia sensibilidad, que valoriza el texto, estimado Syol*, yo solo soy un módico testigo.
Un abrazo agradecido.
Esteban
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