Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
camino largo y angosto
trepando despacio
hacia el sol lo ando yo
clamando salvación
al cielo alzando
mi amor sagrado
yorando y riendo
riendo y yorando
acariciados por los rayos
los dos nos amamos
el tiempo se ha parado
todo comienza de nuevo
se hizo la luz
incendio
creciendo
entrando
extraño
sueño realizado
es verdad
leo la runa enterrada, rozando
la eternidad, volando con alas
de viento y palabras
que las siento brotar del silencio
la emoción viniendo
desde el corazón, el eterno latido
sigo el río del olvido
perdido y mareado
desnudo de todo miedo
entre sombras de la noche
vive lo oculto
profundo
debajo
un ojo único observando
la creación de un dios
ausente pero presente
siempre...y mas! demasiado
hasta casi estayar...
qué delirio! divino! éxtasis místico!
y tan terrible...tristísimo
la yuvia yorando
riendo la luz, el río aún aquí
sigue su curso infinito
y lo sigo, voy abriendo el camino
iluminando con mi fuego el futuro mejor
desde lejos
oculto
en lo profundo
angosto camino, a un cruce deriva
el muy maldito
y solo tú mismo decides el sentido
tú destino no esta escrito
Escríbelo
tranquila eya vuela en la onda de la ola
y la luna la saluda
viene sola
y desnuda de toda atadura
augura su alma la calma cósmica
el equilibrio de la alta orquesta silenciosa
la noche entera la acompaña
la luz de las estreyas la baña
cuando sueña su vida
es eya
tú eres la flor de la mas elevada cumbre
infinita lumbre
y la sombra encubre tu azul celeste desnudez
mientras triste te alegras bailando simplemente
sin hacer daño a nadie
elevándote al cielo que estas haciendo de tus sueños
te prometo
mas pronto que tarde
serán reales
Hilvana el viento sus historias: entre rotas ramas
de árboles caídos, entre tierras retirada se esparce
la niebla, el aire la cierra, salta la grieta gritándome
una voz vacilante, una sombra, una luz, tú, alma
siempre radiante, y tu mirada intrépida, de lince,
resalta, exacta tu palabra eficaz, tu danza marcial,
tu arma, un par ideal para ti, aunque parezca íncreíble
tu tristeza aspira a un fin feliz, adivina quién te ama
En el corazón de un loco bandido
la oscuridad corinda con el sol madrugador
y yo estoy pensando en un no perdido amor
ansiándolo en la sombra de su pecho henchido
donde la respiración de la noche emite su latido.
Diviso al horizonte un nuevo envío de bondad
y el viento me responde, pero no sé si me oirá
pensar en la cadencia sagrada de los mundos
en rotación incongruente, y desisto, no puedo creerlo.
Cayo mis mutismos cuando vuelvo de mi oscuro
abismo ansioso, me aislo asolas en mis sueños
con un corazón loco por amor casi haciéndome daño
pero no, que es bueno y aéreo, volador misterio,
maraviyoso sol que he descubierto hondo, subterráneo
bajo tiempo, entre el hielo del jodido escarnio,
éste que siento en mi piel, el beso de tus labios.
Tras otra noche en vela
vuelvo a contemplarme
sin cederle al ruído su parte
de mi verdad, que es nada,
una mísera lágrima,
un puñal en mano de un niño,
una seña indicando camino,
una yama que arde rápida.
Soy ese suspiro que escapa
entre palabras nunca dichas
o aqueya flor entre el fango,
un hecho inexacto, imposible...
Era broma, todo puro teatro,
poesía o milagro, gran mentira
el mundo, la vida, y quería ser libre
ave en el viento, solo elemento,
presencia esencial eterna, pero...
Ahora lo drástico: cuándo cambio
la proporción de mi yo yoro
tanto yanto... Oh dolor, te adoro!
Mi alma tiene ese mismo sabor
salado, a sangre de un dios
que cae al polvo despoblado.
Bautismo: agua de vida y el vino,
veneno del bueno, escala ascendente
hacia el cielo... Pero despacio camino
errático, sin cansancio, aunque algo bien
destruído el pasado para aquí perderse
claramente buscando nada, mi propia mente...
Oración: regidora sombra sobre el caos
reinante en mi imaginación, desvístete
el cuerpo, a la luz del fuego. Es simple
esto que te pido, reconozco que con descaro...
Tiembla un río ebrio ante la perspectiva
final de acabar en el lago,
y soporta otra soledad, su sacudida
de bestia atada a arado...
Amanece medio rojo el lado que abandono,
y hay estacas, ya no calaveras,
tiradas por las cayes como la mierda
o el abono, tierra de donde yo me voy...
Los pasos seguros acceden tras el muro
y puede verse crecer en mano el mundo!
- Autor: Romey ( Offline)
- Publicado: 22 de diciembre de 2020 a las 01:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
Comentarios1
No sé si esto lo escribí yo o el otro
Qué otro? El mismo, y único
en el puto universo.
O tal vez el tercero?
No, este siempre en silencio
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.