Tiembla el abeto
en la noche que llega
con mucho frío.
Unas montañas
nos ofrecen su nieve
recién caída.
Cantan los ríos,
se animan con la nieve
y la crecida.
Tiembla la anciana
que sube hasta la iglesia
para rezar.
Unas farolas
se encienden en las calles
ante la noche.
Suenan los pasos,
se mezclan con el viento
y sus gemidos.
Tiemblan las almas
pensando en el mañana
que es tan incierto.
Pero la luna
se muestra desde el cielo
aunque temblando.
No tiene miedo.
Nos dice que adelante,
la vida sigue.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/08/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 23 de diciembre de 2020 a las 08:51
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, alicia perez hernandez
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