Aquí se quedaron mis pies
desahuciados por el hielo,
invitándome a no parar quieto
cuando los pesticidas vuelan
tan alto. Aquí permanecieron
mis ancestros, hojas de cal y acanto,
miseria y un tanto por ciento,
porcentajes del sueño por construir
una casa. Los huesos a los que pertenezco,
formarán espejos indeseables, en los
que reflejarme, a pesar del vértigo.
Y los años, y las fórmulas, y las sombras
perdidas de tantos hijos nonatos?
Estarán conmigo; bajo mi pecho
refugiados.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 26 de diciembre de 2020 a las 00:18
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Tommy Duque, Lualpri
Comentarios1
¡Procioso!
Gracias.
Tommy Duque.
Gracias Tommy, un saludo-.
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