Amanecer uno
Hoy mi alma amaneció triste,
tu peleas por tu vida,
yo quiero perder la mia.
El café va colándose lento,
destapo los niños y siento que hoy,
gritan reclamando que no estés.
Cómo les explico, que debemos esperar,
que hoy no miquiarás de jaula en jaula,
colocándoles sus galguerías,
solo para oírlos cantar.
Hoy sobrará un café, hoy no podré reir,
hoy no te llamaré con cualquier nombre,
para bromear diciendo: Señora Engracia,
ya hay café.
Verte despertar... y que entre dormida,
me recibas tu pocillo rojo,
marcado Nescafé, aspires su aroma
y sorbo a sorbo lo vayas tomando,
mientras nos enteramos de lo que pasó.
Hoy, no hay azúcar que endulce mi café,
hoy es inmensamente amargo
y se confunde con mi saliva, gruesa,
amarga, biliar, que de mi tristeza emana.
No extraño tu presencia,
extraño que no me tengas,
para que te reclines en mi hombro
y mientras bebes el café,
como los últimos 2942 amaneceres,
me digas: buenos dias, mi cascas...
Como duele no poderte hacer reir hoy.
Como programar mi día,
si solo espero que el reloj corra,
que la hora solo tenga cincuenta minutos,
los minutos cuarenta segundos
y los segundos sean primeros...
por lo rápidos.
Quiero que sea hora de hablar a tu oído,
con la fé que me escuchas
y que mi llanto te haga ganar la batalla,
para que me mires...
con tus ojitos de verde apagado
y secando mis lágrimas me digas:
saldremos de esta.
No, no quiero que lo digas,
quiero que lo cumplas,
salgamos de esta
y no me hagas enojar, tontica.
Ron Alphonso
26 de diciembre 2020
- Autor: Ron Alphonso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de diciembre de 2020 a las 09:41
- Comentario del autor sobre el poema: Mi compañera de los ultimos 8 años, lucha por su vida en una UCI, por una enfermedad cerebral.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 40
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