De sobras está decir quién se negó a navegar en dirección con la marea. El olvido no tuvo cabida, los dejé a la deriva.
El diablo decidió ponerse de mi parte en tiempos difíciles, en donde, ahora, el amor debe vivirse detrás de una pantalla y a miles de kilómetros de distancia.
Que si sobrepasamos el límite, es una ola de contagio.
Amar es, ahora, casi un delito
un beso, abrazo, un sexo es una condena.
Y sin embargo, cuando se decide mirar hacia las estrellas, el alma es calma al saber que, al menos, estamos bajo el mismo cielo. Respirando el mismo aire. Coincidiendo, aunque se esté en diferentes camas.
Podrá cambiar el mundo entero,
pero nunca la calidez tras pronunciar su nombre.
Podrá el mar volverse desierto,
podrá toda el agua secarse, que son sus besos quienes saciarán la sed
Podrán cambiar la dirección de las calles, que yo sigo visitando la misma avenida.
En tiempos de crisis,
nace el amor.
- Autor: Empedernida ( Offline)
- Publicado: 27 de diciembre de 2020 a las 00:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 95
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Tommy Duque, Urquiza
Comentarios1
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