Adiós dos mil veinte.
Queremos no extrañarte.
Y aunque marcaste hondo
la vida con tu tránsito
y trajiste amargura a las mesas del mundo
y a las habitaciones en que nos consolamos
y apuraste la pena y espoleaste los llantos
y tejiste desgracias con agujas punzantes
y con hilos tensados por tus uñas mortales,
sabemos que te vas dejándonos tu rastro
y una lección profunda que al olvido no invita.
Es la vida tan frágil y es la muerte tan fácil.
Es breve viaje la vida
y es la muerte otro tránsito
y las experiencias son las valijas valiosas,
los ajuares que andamos...
Adiós dos mil veinte.
Y aunque el tiempo es ficticio
y todo ciclo arbitrario,
es mejor inventarse renovados comienzos,
nueva etapa a la vida,
otro rumbo, otras chances.
Es mejor despojarse
de tus saldos y daños,
y tan sólo quedarse
con lo que nunca acabaste,
infaustísimo año.
Adiós dos mil veinte.
Así como lo hiciste
con tantas vidas juntas,
en filas y columnas,
así, con tal premura,
queremos enterrarte.
- Autor: JHON DEILO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de diciembre de 2020 a las 13:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 83
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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