Los elefantes tranquilos
suspiran mientras se hamacan
entre pastillas de menta
y canciones de matraca.
Esos mismos elefantes
se esconden en la heladera
buscando si encontrarán
maníes de primavera
mientras los hijos corrigen
los pasos que da la abuela
y se creen con derecho
a jugar a la rayuela.
Alguno que está furioso
no sabe a quién preguntar
cómo llegar a la escuela
para aprender a bailar,
mientras las carpas del circo
no los puedan amparar.
Manías que da el idioma
que ya no recuerdo más
si el tiempo que uso de verbo
es el que debo aplicar.
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Comentarios2
Feliz Año Nuevo, estimada Lucy.
Feliz Año Nuevo para vos también, espero que mejor que éste que terminamos ayer.
Entusiasmo en tus comentarios dirigidos a nuestro gran amigo, el elefante. Feliz año
Hace muchísimos años, quizás 55, teníamos chistes de elefantes.
Escrribí ese poema hace bastante, quizás 6 años atrás, recordando el tiempo en que mi futuro novio y después esposo y yo nos conocimos.
Estaban de moda los chistes de elefantes y las canciones del festival de San Remo. Y de eso hablamos en nuestros primeros ensayos de ver si podíamos ser algo más que conocidos.
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