No es la vida
huidiza;
son mis lágrimas:
que no salgan ya
no quiere decir
que no las haya.
No es manía,
ni obsesión;
no estoy yo enfermo
(como casi todos)
...
Todo es que es
por aquí lo que se encuentra
poderoso
para tirar abajo de un corazón
cuyo honor
se lo ha ganado,
el pobre,
en hojas.
Todo gira en torno
a lo de ahora;
¿hay otro?
Busco entre las sobras
por si hubiese algo mejor,
pero me da que no
salvo que en esto me ahogue.
Pronto, muy pronto; más de lo que para mí es paranoya estricta... Y ojo.
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