Murmuraban los jilgueros, sus alegres armonías
El rocío del amanecer daba paso a los albos rayos de sol
Nace el susurro del viento, entre los árboles de ciprés
Y mis ojos infantes contemplaban la esencia de la vida
El aroma de la mañana, entre calas y amapolas
Y unas pequeñas manos dando palpitación al fogón
Oigo el rumor del viento, entre el palmear y su canto
Valerosa, enérgica. Aún late su corazón de mujer en el campo
Busco el manantial, donde manaba la ternura
Se que habitas en el aire, en el cielo y la montaña
Que tus pies peregrinos, trazan caminos de esperanza
Para el niño, para el nieto, para el hijo y el viajero
Suenan las campanas en domingo,
En tu delantal floreado guardas amores eternos
Una gota de lluvia en preludio del afecto
Humedeciendo la hierba, que es alfombra a tus pies descubiertos
Hay un arroyo que murmura, un sauce que te espera
Ecos del viento que cantan tu ternura
Es tu voz en las violetas, en el cerro y la pradera
Es la inocencia en los lirios, es tu nombre, es mi espera.
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de enero de 2021 a las 10:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
Comentarios1
Hay un arrollo que murmura, hay un sauce que te espera ...
Tus letras me han llevado al lado del sauce dónde puedo escuchar el sonido de la cascada al caer, suave, murmurando. Una delicadeza tus letras. Lindo día para ti. Gracias
un homenaje a mi abuela, mujer campesina que le dio sentido a nuestras vidas con su amor y su ternura. En el paisaje de nuestro pueblo, un pequeño rincón del paraíso
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