Amanecer dieciseis

Amanecer dieciseis

Y volví a amanecer a tu lado mi bella durmiente,
te dije que los cansaría con mis enojos
hasta hacerlos aceptar,
que mi vida es al lado tuyo
y que dejen de joder.

Sentí tu paz,
tu respiración tranquila
y bendije tenerte allí a mi lado
en ese recordado hospital,
donde hace casi medio siglo,
me salvaron de morir.

No importa que Morfeo,
tenga más músculos que yo,
pero mi amor es más fuerte
que su mundo irreal,
yo te ofrezco una vida,
muchas risas,
paseos al parque,
sentir la brisa en tu rostro,
escuchar de las aves el trinar,
que te erices al roce de mis manos,
que suspires, cuando te lea a Neruda,
Benedetti, Lorca o la Mistral,
que cierres los ojitos cuando canten...
Sabina o Serrat.
Que digas: te amo mi cascas,
mientras aprieto tu nariz.
Que te pongas camiseta,
cada vez que juega la selección,
que grites los goles
y me abraces
y me beses como si fuera una final.

O quizá simplemente, que te aferres,
y te duermas en mi pecho,
mientras termino de escribir,
un poema, de aquellos que te gustan
y que te hacen suspirar.

O que tal un paseo de domingo,
tu en patines, yo en la bici,
a mil por la ciudad.
Tantas cosas que nos gustan
y que aún podemos intentar,
tu verás mi Monita 4X4,
si te le mides a este reto
y nuestro camino continuar
o me dejas tus recuerdos,
tatuados en el alma
y te alejas bien despacio,
para que me logré acostumbrar
a amanecer cada mañana
y sin ti, mi vida terminar.

Ron Alphonso
10 de enero 2021