Sentando en el andén esperando al próximo tren,
La ví pasar y con una simple sonrisa me dijo ven,
Una noche sin dormir, una noche en el que fui su rehén,
Llena de caricias que no se creen al día siguiente,
Era evidente que ella me escogió para un rato,
Fueron besos lascivos los que sellaron el trató,
Para ella era un novato hasta que el coño le comí,
Sentí como sus jugos bajaban por mi garganta,
Su mirada la delata quería devolverme el favor,
Quería aliviarme el estrés, aliviarme el dolor
De ese viejo desamor que olvidé cuando ella empezó,
Besó cada parte de mi ser con la pasión que guardaba,
Gritaba cada que entraba, no dejaba de seducirme,
Rasguñando mi espalda pidió que me viniera,
Sus piernas en mi cintura no dejo que me fuera,
Acariciando sus tetas, besando su cuello quería complacerla,
Solo quería verla como nadie mas a logrado
Y entre gemidos y orgasmos el tiempo paso,
La mañana siguiente por fin nos alcanzó,
Uno besó, un hasta luego y nunca mas volvimos a vernos.
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