Fácil se hace escribir de mi amante;
porque ella es la segunda a quién
obsequié un diamante.
El primer diamante lo regalé por amor
y el segundo por deseo, aunque poco la veo.
Aunque nunca amanecí con ella;
a pesar que es muy bella,
siempre me ata el primer diamante
porque nunca dejó de ser muy elegante,
aunque yo engordé como un elefante.
Tengo razón.
Aunque la segunda,
siempre me regala su calzón
y la primera su corazón,
estoy seguro que me acompañará
hasta cuando use bastón.
Autor: Yohny Ramírez Nuñez.
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